El Viejo Puente De Oroño
De vez en cuándo escuchaba su nombre, como si todavía hoy funcionara, otra veces lo nombraban como a esas leyendas perdidas en el tiempo, esos relatos que hasta quien lo menciona no esta muy seguro de su veracidad.
Una mañana sin planearlo recorro en motocicleta, por el territorio al que él daba vida, y sin pensarlo demasiado me desvío de mi destino, hacia aquel camino casi devorado por el olvido, disfrazado de naturaleza, que me guia hacia el traicionero arroyo Colastine en la provincia de Santa Fe, dpto. San Jeronimo.
Apenas un par de huellas se dibujan hacia él, huellas de otros que viajan a su morada para disfrutar de un hermoso día de pesca. Sigo el camino y las huellas hasta que una enorme mata de maleza emerge frente a mí. Dejo descansar la motocicleta, y continúo a pie, entre la angosta senda que me lleva su encuentro... y ahí, ante mis ojos emergen sus restos ferreos. Los restos de una obra de ingeniería del siglo XIX creada de manos de hombres de otras tierras, los Ingleses.
Los únicos sonidos que llegan a mi son el del viento y el del corretear del agua. También de vez en cuando el chapoteo de algún pez que nunca se deja ver. La naturaleza crece a su entorno, recuperando sus viejos dominios, y aquí y allá restos de fogatas, marcan que el hombre aún se hace presente.
El viejo puente de la ruta 64, hoy es una ruina que deja ver una notable grieta en uno de sus pilares, responsable que la estructura se rinda. Según me dijeron por ahí, colapsó a principios del siglo XXI. Su estructura de hierro estaba cubierta por maderas que algún gracioso, no hace mucho, entregó como sacrificio a las voraces llamas.
Hoy sus restos continúan con un fin olvidado, oculto del mundo del hombre, como un viejo monumento a aquellos colonos que con coraje y esfuerzo, sin esperar nada de nadie, lucharon para realizar un sueño al que llamaron Argentina.
Rafael Theller
muy ueno
ResponderEliminarGraciaaaaas
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