La Dora: El Alma de la Estancia que se Negó a Morir


La Dora: El Alma de la Estancia que se Negó a Morir

En la inmensidad de la llanura santafesina, una senda oculta a la vera del viejo Camino Real serpentea entre la historia y el olvido 🌾🏚️. La brisa, cargada de murmullos de otras épocas, acaricia los muros centenarios de una casona que se resiste a desaparecer. Su silueta se alza majestuosa entre los árboles, como un espectro del pasado que aún vigila el horizonte 🌳👀.

Es La Dora, antes conocida como la Estancia Alzugaray, una joya arquitectónica que desafía al tiempo ⏳✨. Construida con la grandeza de quienes soñaban con la eternidad, su fachada orientada al este y su balcón enrejado fueron testigos de incontables amaneceres y despedidas 🌅🏡. Detrás de ella, un segundo edificio –hoy modificado– fue herrería, refugio de carretas y última parada para los viajeros que, exhaustos, se dirigían a Puerto Gaboto, único lugar con iglesia y cementerio en kilómetros a la redonda ⛪🚶‍♂️

Entre obispos fugitivos y el descanso de Belgrano

La historia de esta estancia es mucho más que ladrillos y recuerdos
. Sus tierras fueron concedidas por la Corona Española a los Alzugaray, una familia de gran influencia en el Virreinato 👑🇪🇸. Y no fue solo escenario de trabajo y sueños, sino también de episodios que marcaron la historia nacional 📜✨.

Cuentan que, tras la declaración de la Independencia, un obispo español de apellido Alzugaray se refugió en estos campos antes de huir a Uruguay ⛵🇺🇾. Algunos creen que de este hecho nace el nombre Monje, que más tarde bautizaría al arroyo y la región 🌊🏞️.

Pero si hay un momento que electriza la memoria colectiva, es la llegada de Manuel Belgrano y sus tropas en su marcha hacia Paraguay ⚔️🇦🇷. Se dice que aquí hicieron un alto en el camino, y entre ellos se sumó un joven anónimo de 14 años. Aquel muchacho, con el tiempo, se convertiría en El Brigadier Estanislao López, el caudillo invencible de Santa Fe 🏇🔥.

Los susurros del piso superior

No todas las historias de la estancia fueron de gloria. 🏰 Entre sus muros, dos hermanas vivieron un destino trágico. 😔 Afectadas por la lepra, fueron confinadas en el piso superior, lejos de sus propios seres queridos. 🚪 Desde aquel balcón que alguna vez fue símbolo de distinción, ellas miraban el Camino Real con la esperanza de una cura que nunca llegó. 🌄 La única persona que tenía contacto con ellas era una sirvienta mulatona, cuya piel curtida por el sol y el trabajo ocultaba un corazón compasivo. 💖 Día tras día, subía las escaleras con comida 🍞 y cuidados, siendo su único vínculo con el mundo exterior. 🌍 Pero el destino, siempre caprichoso, jugó su propia carta: la mujer jamás se contagió. 🤔 Contra toda lógica, vivió hasta una vejez serena y prolongada, como si la muerte, que se llevó a sus amas tan jóvenes, hubiera decidido perdonarla. ⏳

La cuna de Monje

Entre los muros de esta imponente casona crecieron Pedro y Nicanor Alzugaray (junto a otros miembros de la familia), quienes en 1885 dieron forma a la ‘Colonia Monje’. 🏡 Más tarde, el 13 de febrero de 1911, se concretó la fundación definitiva del ‘Pueblo de San Julián’ (hoy Monje), una comunidad nacida bajo la sombra de esta histórica estancia. 🌳 Fue en sus salones donde se tomaron las decisiones que darían origen al pueblo. 🗣️ Nicanor Alzugaray y su hermana Martina Alzugaray de Gómez donaron tierras a los primeros pobladores y para la construcción de la estación ferroviaria, 🚉 trazando así el futuro de Monje desde los cimientos de su hogar. 🌟

Un renacer entre fiestas y amenazas de demolición

Con los años, la estancia cambió de manos y recibió el nombre La Dora. 🏰 Se convirtió en un lugar de encuentros y celebraciones, donde la risa y la música intentaron devolverle la vida. 🎉🎶 Pero el destino, siempre impredecible, hizo que su dueño tuviera que venderla. 💔

Cuando parecía que su final estaba escrito y que sus muros serían reducidos a escombros por un pool de siembra, 🌾 el pueblo se levantó en su defensa. ✊ Gracias a la lucha de los hijos de Monje y la intervención de las autoridades, 🏛️ La Dora fue declarada Patrimonio Histórico Provincial, asegurando que su historia no se pierda en el viento. 🌬️

La eterna guardiana del Camino Real

Antes de marcharme, la contemplo en silencio. 🌿 Los pájaros cantan 🐦, el viento sacude el follaje 🍃 y, por un instante, me parece que La Dora respira.  Ha escapado a la muerte y sigue mirando hacia el camino, esperando a aquellos viajeros fatigados que alguna vez le dieron vida. 🚶‍♂️

Desde el monje fugitivo hasta la visita de Belgrano, sus tierras fueron testigo de historias de resistencia, sacrificio y lucha. Un lugar donde los secretos del pasado, entre fugitivos y próceres, dieron forma a un legado imborrable.

Quizás un día encuentre la paz y el reconocimiento que merece. ✨ Porque ella no es solo un edificio: es un símbolo de la invencible Santa Fe, 🌟 un testigo de nuestra historia 📜, una leyenda que aún se niega a morir. 💫

📍 ¿Te animás a descubrir La Dora?

📌 Ubicación: Monje, Santa Fe.
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