El Puente de Hierro: Un Gigante que Desafía al Tiempo

Tiempo de lectura: 4 minutos

Un Inmigrante de Hierro en la Llanura

Hace más de 100 años, un inmigrante británico se mantiene de pie en la llanura santafesina, enfrentando las fuerzas de la naturaleza y los designios del destino. Forjado con el temple de aquellos que construyeron un país desde la nada, sigue desafiando el paso del tiempo. Conocido por muchos como “El Puente de Fierro”, comienza a recorrer su tercer siglo, cumpliendo la noble tarea para la que fue creado en 1887: UNIR LOS PUEBLOS.

Un Camino de Tierra, un Arroyo Indomable

Ubicado en un antiguo camino de tierra, muy cercano a la localidad de Larrechea, este puente se alza sobre el arroyo Colastiné. A simple vista, el arroyo parece manso, de aguas tranquilas y apacibles. Sin embargo, en sus días de furia ha devorado estructuras enteras, reclamando para sí lo que el hombre alguna vez construyó. Pero este puente, con su hierro templado y su espíritu inquebrantable, ha resistido el embate de los años y la ira del agua.

Un Encuentro con la Historia

Son incontables las veces que lo he cruzado, pero hoy, en este caluroso día de verano, decido detener mi motocicleta y dedicarle el tiempo que se merece. Me encuentro ante un auténtico prócer de los puentes, un testigo silente de generaciones. Alguna vez vio el paso de carretas y gauchos solitarios, y hoy observa con estoicismo el incesante ir y venir del mundo moderno.

Un Refugio de Naturaleza y Magia

Su entorno es un verdadero oasis donde la naturaleza se despliega con generosidad. Aquí, las familias llegan con sus niños, sumergiéndose en la frescura del arroyo mientras intentan atrapar escurridizas mojarras. Los más valientes se sumergen en sus aguas para espantar el calor sofocante del verano. Me imagino sus noches, con las estrellas reflejándose en la corriente, mientras diminutos duendes descansan sobre sus barandas y las inquietas hadas revolotean en la penumbra.

Marcas del Pasado, Signos del Presente

Observo con atención su cuerpo de hierro y hay tres cosas que me llaman poderosamente la atención. La primera, y quizás la más fascinante, es la vida que lucha por abrirse paso en los lugares más insólitos. Pequeños cactus y otras plantas han encontrado refugio en sus grietas, aferrándose con tenacidad a la estructura metálica. Son testigos de que la vida siempre encuentra un camino, y a su manera, le otorgan un aire místico al pequeño coloso de piel ocre.

La segunda es su placa, ese documento del ayer grabado en metal, donde se resumen en pocas palabras su historia y origen. Año de nacimiento, nacionalidad y la lejana localidad donde fue creado, todo impreso en letras de otro tiempo. Desde un mundo distinto, cruzó mares y tierras para llegar hasta aquí y convertirse en parte de nuestra historia.

Una Herida Que Preocupa

Pero hay algo más, algo que me inquieta. Desde uno de sus pilares, una grieta se extiende de manera inquietante hasta la calzada, como una herida abierta que podría ser fatal. ¿Cuánto tiempo más podrá resistir? Este arroyo, aunque hoy en calma, ya ha cobrado otros puentes en el pasado, y temo que su furia no haya olvidado a este veterano de hierro.

Un Testimonio de lo Imposible

Este puente, concebido en tierras lejanas, viajó en el tiempo y en el espacio para llegar hasta aquí. Construido en una era en la que los límites eran solo desafíos por superar, continúa de pie, cumpliendo su sagrada misión. Ha permitido el crecimiento de la región, ha visto reunirse a familias y ha sido testigo del incesante paso del tiempo. Olvidado por muchos, 138 años después de su construcción sigue en pie, honrando a sus creadores y probándonos que lo imposible es solo una mentira, algo que debe ser vencido.

Te invito a visitarlo. Quizás, si prestas atención, algún secreto del pasado se atreva a revelarse ante ti. Y, cual sea tu dios o creencia, dedica una plegaria para que su valiente cuerpo de hierro pueda seguir resistiendo al destino y acompañarnos por mucho tiempo más, dejando su testimonio del ayer a aquellos que están por llegar.

Ubicación

📍 Sobre el camino de tierra que une Loma Alta con Larrechea, al oeste de Larrechea, departamento San Jerónimo, Santa Fe.

📝 Rafa Theller


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Comentarios

  1. En Carcarañá tenemos otro puente de fierro como este sobre el río. Comunica el pueblo con una parte rural. Es poco usado.

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